Este municipio está situado en el corazón de la comarca de Trasmiera, en el valle del río Campiazo, que nace en las inmediaciones del santuario de Nuestra Señora de Fresnedo (Solórzano) y desemboca en la ría llamada de la Venera o Castellanos, entre Ajo y Arnuero. El Ayuntamiento de Hazas de Cesto es uno de los tres que se formaron a partir de la desintegración en el siglo XIX de la vieja Junta de Cesto, una de las cinco juntas que integraban la Merindad de Trasmiera, siendo los otros dos municipios restantes Solórzano y Bárcena de Cicero. El término municipal de Hazas de Cesto es pequeño, incluyendo sólo tres pueblos: Beranga, que es la capital y el pueblo donde se ubica el ayuntamiento; Hazas, que da nombre al municipio; y Praves, situado en la cuesta de Jesús del Monte, junto a la antigua carretera nacional Santander-Bilbao.

El paisaje de este municipio trasmerano es similar al de los colindantes, con suaves relieves montañosos cubiertos por grandes extensiones de praderías, eucaliptales en las laderas, y algunos retazos de bosque refugiados en las vaguadas y los terrenos más escabrosos. Entre estos últimos destaca el macizo del monte Llusa, situado al oeste del municipio, en los límites con Ribamontán al Monte, siendo una importante mancha de matorral mediterráneo (encinas, madroños, aladiernos, laureles...) que debería ser objeto de protección por su valor medioambiental. Es sin duda la zona más abrupta y elevada del municipio, con diversas cimas que se aproximan a los 400 metros de altitud, contrastando con la amplitud de la inmediata vega donde se localizan los pueblos de Hazas y Solórzano.

Este municipio trasmerano, como otros de las zonas próximas a la costa, no tiene rutas de montaña propiamente dichas, ni espacios naturales excepcionales, pero sí un paisaje rural muy tranquilo y agradable por el que se puede pasear disfrutando del campo. Entre los rincones del municipio que proponemos visitar está la surgencia kárstica de la Fuente la Real, en el barrio denominado significativamente El Rincón, situado en la carretera de Hazas a Jesús del Monte. En ese lugar nace un arroyo, el río Chico, que afluye pronto al Campiazo, existiendo junto al nacimiento una curiosa fuente de estilo neoegipcio construida a finales del siglo XIX.

La mencionada surgencia es la salida a la superficie de las aguas filtradas en el macizo calizo del monte Llusa, del que ya hemos hablado haciendo referencia a su valor medioambiental. Sin embargo este monte no es muy apropiado para caminar, pues a la ausencia de caminos se le suma lo escabroso del terreno y la abundante vegetación arbustiva, que dificulta el paso. Es curioso, pero en estas montañas próximas a la costa y de altitud muy modesta se encuentran a veces parajes realmente intransitables e incómodos de andar, siendo éste un buen ejemplo.

Hacia el otro lado del valle, en los confines con Solórzano y la Junta de Voto, se sitúa la depresión kárstica de Riolastras (por allí se conoce habitualmente como Rulastras), un poljé muy escondido que se reparte entre los tres municipios señalados. Podemos acercarnos hasta él desde Hazas, tomando una pista que entra al barrio de Toca, sube al Alto de los Pozos y sigue hasta conectar con otra procedente de la Tejera de Moncalián (Bárcena de Cicero), llegando luego al cruce de Vidular. Desde esta zona se domina el amplio hoyo de Rulastras, pudiéndose continuar por sendas pistas asfaltadas hacia Lamadrid (Bárcena de Cicero), Nates (Junta de Voto) o la carretera de Solórzano a Secadura algo más abajo del Alto de Campo la Cruz. Estas pistas ofrecen muchos kilómetros para andar o pedalear (en bici de montaña) por lugares tranquilísimos, sin apenas tráfico y con el único inconveniente de algunas cuestas realmente empinadas, aunque nunca muy largas.  Click aquí para ver el mapa de las rutas por Hazas de Cesto.