El municipio de Escalante, situado en la costa oriental de Cantabria, es uno de los ayuntamientos ribereños de la Bahía de Santoña, distando escasos kiló-metros de esta localidad. Escalante forma parte de la histórica comarca de Trasmiera, a cuya merindad se incorporó la villa de Escalante en el año 1.579 junto con las de Argoños y Puerto (Santoña). Sin embargo la unión a Trasmiera se realizó con algunas peculiaridades, pues estas tres poblaciones no se integraron en las juntas en que se dividía Trasmiera, sino que se mantuvieron al margen como villas agregadas.

Escalante es un municipio relativamente extenso que, además de la villa del mismo nombre, incluye media docena de entidades de escasa población: El Alvareo, Baranda, Cornoció, Montehano, Noval y Rionegro. El término municipal se extiende desde las marismas que rodean el inconfundible Montehano hasta el río Campiazo aguas abajo de Beranga, estando accidentado por suaves elevaciones cubiertas en gran medida por eucaliptales. Pero sin duda la zona más interesante del municipio desde el punto de vista natural es el sector de las marismas, integrado en la Reserva Natural de las Marismas de Santoña y Noja. Tanto la Ría de Escalante como el sector abierto plenamente a la Bahía de Santoña tienen un gran valor medioambiental, siendo esenciales para la supervivencia de numerosas especies de aves que encuentran refugio temporal o permanente en estos parajes.

La silueta de Montehano es el elemento más característico de Escalante. Se trata de un monte cónico que antiguamente estuvo rodeado totalmente por las marismas, y que en época prerromana debió tener carácter sagrado, lo cual se deduce de su nombre, que procede del latín fanum = lugar sagrado. El caso es que en época medieval existió en su cima un castillo (sólo quedan algunos vestigios), y que a sus pies se levantó un convento, en el cual sería enterrada nada menos que doña Bárbara de Blomberg, dama centroeuropea que fue amante del emperador Carlos V y madre de Juan de Austria, el vencedor de Lepanto. La explotación de una cantera durante muchos años produjo una herida irreversible a Montehano, pero el cierre de la explotación a comienzos de los años 90 ha evitado su destrucción total. Ahora sólo falta su rehabilitación.

El recorrido más clásico en este municipio es la ascensión a la cima de Montehano, una cumbre de altitud modestísima, tan sólo 187 metros, pero una montaña bastante más complicada de lo que uno pueda pensar a primera vista. Además de los diversos cortes verticales producidos por las canteras, una vegetación prácticamente impenetrable cubre este monte, habiendo un sendero que conduce hasta la misma cima, donde se levanta una cruz. Esta ruta es la única que puede seguirse, y se inicia junto a la explanada de la cantera, por detrás de las instalaciones de la misma, que siguen en actividad con piedra traída de otras canteras de la comarca. En los últimos tiempos la vegetación ha dificultado el uso de la mencionada senda, pues han proliferado unas plantas invasoras muy difíciles de erradicar, los característicos "plumeros", por lo que no nos atrevemos a recomendar la ascensión.

En el resto del municipio existen diversos caminos rurales y algunas carreteras vecinales de escaso tráfico por donde se puede pasear tranquilamente, disfrutando de un entorno rural agradable y descubriendo bonitos rincones. En la zona inmediata a las marismas un aliciente más es la observación ornitológica, pudiéndose ver numerosas especies con facilidad. Click aquí para ver el mapa de las rutas por Escalante.