El
Valle de Camargo, con algo más de 20.000 habitantes, es el
tercer municipio más poblado de Cantabria, después de Santander
y Torrelavega, aunque es previsible que el rápido crecimiento
demográfico de Castro Urdiales le desplace de ese puesto en
los próximos años. El municipio de Camargo está integrado
por 8 pueblos muy diferentes, siendo el más conocido de ellos
Maliaño, que tiene carácter urbano en parte de su extensión,
aunque el Ayuntamiento se sitúa en Muriedas, que es la capital.
En realidad, buena parte del casco urbano que se suele denominar
Maliaño pertenece en sentido estricto a Muriedas y no a Maliaño.
Los 6 pueblos restantes son Cacicedo, Camargo, Escobedo, Herrera,
Igollo y Revilla, mucho menos poblados que los anteriores
y con un carácter bastante más rural. Con una extensión algo
mayor que en la actualidad (pues antiguamente también incluía
los concejos de Guarnizo y Soto la Marina), el Valle de Camargo
fue uno de los históricos Nueve Valles de las Asturias de
Santillana, y como hijos ilustres del mismo es inexcusable
citar a Juan de Herrera, arquitecto del Monasterio del Escorial
(está enterrado en la iglesia del Alto Maliaño), y Pedro Velarde,
héroe del levantamiento popular del 2 de mayo de 1.808 contra
los franceses. Hoy día, la casa natal de Velarde y su bonito
jardín, ubicados en Muriedas, albergan las instalaciones del
Museo Etnográfico de Cantabria, siendo uno de los puntos de
mayor interés cultural y turístico del entorno de la Bahía
de Santander.
Pese a su entidad histórica, demográfica, social y económica,
Camargo es uno de los municipios más desconocidos de Cantabria
fuera de su entorno inmediato, lo cual tal vez se deba a su
carácter de municipio de periferia urbana de Santander. Lo
que ignora la mayor parte de los cántabros es que, a tan sólo
10 minutos de la capital, existe un paraje natural tan sorprendente
y hermoso como el Pozón de la Dolores, un lago heredado de
las explotaciones mineras que hoy tiene un gran interés ornitológico,
así como un indudable valor paisajístico. Posiblemente todavía
sean más los habitantes de la región que desconozcan totalmente
la existencia de unas termas romanas bajo las ruinas de una
iglesia románica a muy pocos metros del aeropuerto de Parayas,
en el cementerio de Maliaño. En cuanto a cuevas prehistóricas,
el municipio camargués alberga varias de las más importantes
de Cantabria, sobresaliendo las del Pendo (con arte mobiliar
excepcional y pinturas descubiertas recientemente), El Juyo
y El Ruso, encontrándose la de Santián en los límites municipales
con Piélagos. Así pues, el medio ambiente y el patrimonio
arqueológico nos deparan auténticas sorpresas en Camargo,
con una potencialidad que desde hace bastantes años ha sido
valorada por las autoridades locales, siendo una rara excepción
en el panorama municipal de Cantabria.
Fruto de esta preocupación del ayuntamiento camargués por
el medio ambiente es la red municipal de espacios protegidos
prevista en su planeamiento urbanístico, que contempla la
creación de sendas reservas biológicas en el Pozón de la Dolores
y las Marismas de Alday, y un área de protección paisajística
en la Sierra del Pendo, Cabidón y Peñas Negras. Esto en uno
de los municipios más densamente poblados de la región, en
el que la nota negativa en lo referente al medio ambiente
la ponen las canteras que están devorando sin piedad e irreversiblemente
algunos de los macizos calizos más destacados de la zona.
Para terminar, una recomendación: el libro "Guía de
fauna y flora de un municipio cantábrico: Camargo",
de Carlos Sánchez y Gonzalo Valdeolivas, imprescindible para
los que quieran conocer bien el valioso patrimonio natural
que todavía conserva este municipio ribereño de la Bahía de
Santander.
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Aunque
quedan algunas zonas agrestes en el municipio, la elevada
densidad de población y la dispersión del poblamiento hacen
de Camargo un valle no muy adecuado para la práctica del senderismo.
Se puede andar por numerosos callejos y carreteras secundarias,
pero nunca podremos separarnos demasiado de las zonas habitadas,
que incluyen la mayor parte del territorio.
Hace poco tiempo se ha habilitado un circuito
peatonal y para bicicletas alrededor del aeropuerto de Parayas,
en Maliaño, lo cual permite a los habitantes de Camargo, Santander
y otros municipios próximos hacer ejercicio sin tener que
desplazarse demasiado lejos de sus domicilios. Otra zona interesante
para pasear, aunque no acondicionada, es el entorno del Pozón
de la Dolores y las antiguas minas de Camargo, así como la
zona de la ermita de San Pantaleón, en Escobedo. Hay diversas
pistas y carreteras locales de escaso tráfico que nos permiten
pasear por lugares tranquilos y de gran belleza, lo cual en
nuestros entornos urbanos cada día es más difícil de encontrar.
No podemos terminar estas líneas sobre rutas
a pie en el Valle de Camargo sin recordar que aquí se desarrolla
una pequeña peregrinación de carácter local pero con gran
arraigo en el municipio y otros colindantes. Se trata de la
marcha nocturna a pie hasta el Santuario del Carmen, en Revilla,
la cual se efectúa de madrugada por cientos o incluso miles
de personas, muchas de ellas procedentes de Santander, llegando
hasta allí caminando como manda la tradición. Click
aquí para ver el mapa de las rutas por Camargo.
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